
Hoy os hemos preparado una receta sencilla, ligera, versátil y económica que además nos sirve para verano, tomándola en frío, o para invierno, en caliente.
El origen de esta receta no está claro. Hay quien se debate sobre si es una receta francesa o estadounidense, sin embargo el descubrimiento se le atribuye a un cocinero francés durante la Primera Guerra Mundial.
Los ingredientes originales no han variado con el paso del tiempo, estos son puerro, cebolla, patata, caldo y nata, no obstante la receta que os mostramos hoy, es una opción mucho más ligera, variando un poco algún ingrediente y, sobre todo, el modo de preparación.
También se puede preparar en opción vegana y sin lactosa, como indicamos en las siguientes opciones.
Ingredientes para 4 personas:
- 600 gr de puerro
- 200 g de cebolla
- 400 gr de patata
- 1 litro de caldo de pollo o caldo de verduras
- 600 ml de leche desnatada (puede ser sin lactosa) o bebida de almendras sin azúcar
- 10 ml de aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta negra
Elaboración:
- Cortamos en trozos el puerro y la cebolla
- Colocamos en un recipiente apto para microondas y lo introducimos a temperatura máxima durante unos minutos hasta que se hagan blanditos. Hay que estar pendientes para que no se nos quemen.
- Mientras, pelamos y cortamos las patatas a trocitos todos iguales.
- En una olla, añadimos el aceite de oliva. Cuando esté caliente agregamos el puerro, la cebolla y las patatas.
- Les damos unas vueltas y agregamos el caldo hasta asegurarnos de que se cubren completamente todos los ingredientes.
- Cuando veamos que la patata ya está hecha (podemos hacerlo pinchándola con un tenedor), retiramos la mayor parte del caldo y reservamos.
- Añadimos la leche o bebida de almendras al resto de los ingredientes.
- Trituramos
- Ahora vamos añadiendo el caldo que hemos reservado anteriormente y seguiremos triturando hasta conseguir la textura que más nos guste.
- Salpimentamos y volvemos a triturar. (Es importante ir probando el punto de sal para no pasarnos o quedarnos cortos).
¡Listo!
Si nos sobra caldo, podremos congelarlo sin problemas para preparar la receta que más nos guste.
Te estarás preguntando si la vichyssoise se puede congelar. ¡Por supuesto! Puedes preparar más cantidad de la que vas a consumir y congelarla sin problema. Verás que, al descongelarla, queda el líquido separado del resto de ingredientes. Eso es completamente normal, solo tienes que volver a batirla cuando la vayas a comer y estará como recién hecha.
Si queréis ver más recetas ligeras o aptas para diferentes opciones alimentarias o intolerancias, podéis escribirnos a través de nuestras redes Instagram o Facebook solicitándolas y estaremos encantados de prepararlas y compartirlas.
¡Bon appétit!