
Las patatas son un alimento muy común en la dieta de la mayoría de la población. Sin embargo, a veces pasamos por alto los aportes nutricionales de este alimento que, en muchas ocasiones, está estigmatizado al relacionarlo únicamente con la comida rápida y los fritos.
Obviamente, cualquier frito tiene un aporte calórico mucho mayor, porque el aceite es grasa, sin embargo, hay todo un mundo a la hora de cocinar las patatas que puede ayudarnos a llevar una dieta equilibrada, sana e incluso a perder peso, disfrutando de este alimento tan versátil.
¿Cuáles son los beneficios para la salud de consumir patata?
Cocidas o asadas, las patatas son un alimento prácticamente libre de grasa. Los carbohidratos son los principales nutrientes energéticos presentes en las patatas, que se encuentran en forma de almidón, en esta entrada publicamos información sobre el almidón y sus usos:
Para qué sirve el almidón (o fécula) de patata y cómo prepararlo en casa
Las patatas son una buena fuente de fibra, tienen efectos saciantes y facilitan la función digestiva.
Como comentábamos anteriormente, las patatas pueden ser muy útiles para quienes desean perder peso o evitar ganarlo. Una ración media de patatas cocidas sin piel (170 g) contiene unas 135 calorías, un contenido energético muy inferior al de otro tipo de carbohidratos como la pasta cocida (286 calorías) o arroz cocido (248 calorías) en la misma cantidad.
A continuación, vamos os mostramos los datos que nos ofrece la Fundación Española de la Nutrición (FEN).
Composición nutricional de las patatas:
Como vemos, este tubérculo es de lo más saludable. Y para aprovechar mejor sus nutrientes, solo se trata de cómo cocinarla.
Por ejemplo, vemos que la patata es fuente de vitamina C. Con una patata de tamaño mediano, obtenemos nada menos que el 46% de la ingesta diaria recomendada de esta vitamina, pero para preservarla, deberemos cocinarla al vapor o al horno, envueltas en papel de plata.
También nos aporta el 21% de la ingesta recomendada de Vitamina B6 y aporta minerales como el potasio, que contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso y de los músculos.
Y por último, la patata también aporta carotenoides, siendo la violaxantina, anteraxantina, luteína, los más abundantes, mientras que la neoxantina, beta-criptoxantina, zeaxantina y b-carotenos se encuentran en cantidades menores.
Como vemos, todo son ventajas; tenemos un alimento económico, sabroso, versátil y saludable.
¡Buen provecho!