La patata es uno de los alimentos más consumidos a nivel mundial, ya que resulta un producto económico, versátil y accesible. Quizá por este motivo escuchemos todo tipo de comentarios, positivos y negativos, acerca de su consumo.

Vamos a intentar resolver algunas dudas al respecto, con las preguntas más comunes que nos hacemos sobre este tubérculo.

La patata, ¿engorda?

La patata por sí sola, no. El origen de este mito se debe sobre todo a la popularidad de cierto tipo de formatos a la hora de consumirlas, como las patatas fritas y las patatas de bolsa. También por su alto contenido en carbohidratos respecto a otras verduras (20 gramos de carbohidratos por cada 100 gramos de patata).

Sin embargo, la patata está compuesta por un 80% de agua, contiene solamente un 0,3% de lípidos y tiene un valor calórico de 80 kilocalorías por cada 100 gramos.

Así pues, ¿cómo debemos cocinar las patatas para que sean más ligeras?

La mejor forma de cocinarlas para este fin es hervidas o al vapor, de este modo conserva todas sus cualidades y su sabor. A todos nos encantan las patatas fritas, pero debemos moderar su consumo. De este modo, podremos consumir patatas cada día mientras cuidamos nuestra línea y nuestra salud.

¿Contienen propiedades beneficiosas para la salud?

Por supuesto. La patata es un alimento rico en potasio, en vitamina C, vitamina B, ácido fólico y minerales como el magnesio y el hierro.

Las vitaminas del grupo B ayudan a proteger las arterias, reducir la presión arterial y combatir enfermedades cardiovasculares.

La vitamina B6 reduce los niveles de homocisteína, una sustancia química implicada en los procesos inflamatorios y propicia la renovación celular y favorece el sistema nervioso, por lo que se le podría considerar un buen alimento contra el estrés.

La patata también es rica en fibra y recomendable para los problemas estomacales por sus propiedades para combatir la acidez. Asimismo, su alto contenido en vitaminas y minerales, aporta grandes beneficios para la salud de la piel.

¿Es mejor comerla con piel o sin ella?

Nuestro consejo es que, siempre que puedas, la comas con piel bien lavada o la peles de un modo muy superficial, ya que justo bajo la piel, en la capa más cercana a esta, es donde se encuentran la mayoría de vitaminas y minerales.

Y si no te gusta comerla con piel, ¡no pasa nada! Siempre puedes elegir la opción de cocinarla con piel y pelarla una vez cocinada, de este modo será mucho más sencillo de hacer y no tendremos que desprendernos de la mejor parte de las patatas.

Como vemos, todo son ventajas si consumimos las patatas del modo adecuado. También recomendamos elegir el tipo de patata apropiado para cada receta, de este modo podremos disfrutar, no solo de todas sus ventajas nutricionales, sino también del sabor y la textura perfecta en todos nuestros platos.

¡Toca cuidarse!