El cómo cortemos las patatas no solo tiene que ver con la presentación del plato que vayamos a cocinar, sino que influye también en el cocinado, en el sabor y, por supuesto, en la textura.

Este corte se merece el primer puesto, ya que es el corte de las patatas fritas que nos hemos hecho en casa toda la vida para acompañar carnes y pescados.

Para que nos queden unas buenas patatas españolas (en otros lugares les llaman patatas francesas o french fries), debemos cortar las patatas en rodajas y luego estas rodajas las cortaremos en tiras alargadas de unos 5 centímetros de longitud y 1,5 centímetros de grosor.

Se suelen freír a fuego medio, de este modo quedan blanditas por dentro y crujientes por fuera.

Son muy parecidas a las patatas bastón, pero estas últimas son mucho más finas, de unos 0,5 centímetros de grosor.

El origen de este corte es sueco, consiste en hacer cortes a lo ancho de la patata de unos 4 a 6 milímetros de grosor, sin llegar a cortarla de todo. Un truco para cortarlas sin pasarse, es colocar un palillo de madera a cada lado de la patata.

Normalmente, entre los cortes, se rellenan con mantequilla, sal y pimienta y tomillo, pero también le podemos poner queso o los ingredientes que más nos gusten.

Se cocinan al horno, quedan jugosas y están riquísimas.

Este es un corte originario de Francia, consiste en cortar la patata en dados cuadrados regulares de unos 1,5 x 1,5 centímetros.

Este tipo de corte tiene distintos usos, desde la ensaladilla rusa hasta guisos, pasando por un tierno y crujiente acompañamiento.

Es un corte muy versátil, ya que queda genial tanto cocida, como frita o al vapor.

El mismo tipo de corte pero bastante más ancho, de unos 3 x 3 centímetros a 5 x 5 centímetros, se suele emplear para preparar las archiconocidas patatas bravas de nuestra preciada gastronomía.

Este es otro clásico de nuestra gastronomía. Consiste en cortar las patatas en rodajas de entre 3 y 5 milímetros de anchas.

Normalmente se preparan al horno, ya sea solas o con cebolla, pimiento y otras verduras. También se suelen utilizar para acompañar carnes y pescados al horno.

En esta entrada del blog podemos ver alguna de las recetas que se prepara con este tipo de corte, con mayor o menor grosor, al gusto:

Guarniciones con patatas

Las patatas gajo (también llamadas deluxe en algunas de las más famosas hamburgueserías), adoptan su nombre por el parecido con un gajo de naranja o mandarina. Generalmente se preparan con piel (previamente lavada).

Se corta de un modo muy sencillo y rápido. Consiste en cortar la patata por la mitad y luego ir haciendo mitades hasta que tengan el grosor que más nos guste.

Se pueden preparar fritas o al horno con un chorrito de aceite y nuestras especias favoritas y se utilizan para acompañar o mojar en salsas.

¡Qué aproveche!